En este tiempo, el cual hace honor a su décadencia, supiste manipular las vibraciones que tan equivocadas están. Seguiste erguido y aferrado a tus raíces, mirando hacia lo alto, lo más alto.
Ahora la semilla se desprendió de su fruto y echo a volar, dejando su forma terrenal y marchitándola.
Vuela y fecunda el universo Luis Alberto.
Woow, qué bellas palabras! Nada más sutil e inspirado como esto, bella despedida.
ResponderEliminarEs bueno encontrarte Lu, en lo más profundo de tus sentimientos, fue bueno llegar hasta aquí.
Saludos desde el sur, espero volver a encontrarnos en un próximo viaje.
Brenda.